Despiden a médico que denunció carencias ante casos de Covid-19

IMSS. Foto: Proceso.

Tras 2.700 neurocirugías en 27 años y 9 meses de labor, y luego de denunciar carencias de equipo y omisión institucional que pone en riesgo al personal de salud en el IMSS ante la pandemia de Covid-19, el especialista Armando Rosales fue despedido del ente previsional acusado de omisiones y negligencia médica.

“Mientras el IMSS no dé el equipo adecuado todos estamos en riesgo, nos dieron un bozal que no protege, toda muerte que exista en el IMSS de médicos y derechohabientes es responsabilidad del maestro (director General) Zoé Robledo”, explicó el galeno.

“Es una mentada de madre lo que nos hacen a nosotros los trabajadores. El kit que nos entregan en el Hospital General: 1 un cubrebocas que no es N-95, unos guantes de lo más corrientes, una bata y un gorro”, denunció.

El pasado 3 de agosto, el IMSS hizo efectiva la rescisión laboral al médico neurocirujano Armando Rosales Torres, quien también es secretario general del Sindicato Nacional Libre de Trabajadores del IMSS.

La institución acusó a Rosales de haber dado atención deficiente a un paciente con glioblastoma multiforme (cáncer cerebral que provoca tumor irresecable).

Un tumor irresecable, explicó el especialista, es aquel que, aún y cuando pueda ser extirpado, vuelve a salir e incluso incrementa su tamaño, razón por la cual en hospitales de Estados Unidos estos tumores no se operan, pues se les considera incurables y sólo mediante tratamientos de radio y quimioterapia se puede alargar el periodo de vida de los pacientes por algún tiempo.

Según un comunicado del IMSS emitido el 5 de agosto, 48 horas después de su rescisión, en el que no se precisan fechas en las que el médico valoró por primera vez al paciente afectado ni el procedimiento detallado que se llevó a cabo, se acusa a Rosales Torres de omisiones como falta de valoración clínica integral al paciente.

Mencionan, además, la ausencia de notas médicas donde plasmara las actividades de valoración al paciente, por lo que no existió apego a la NOM 004-SSA3-2012 del expediente clínico y, pese a contar con elementos clínicos y auxiliares de diagnóstico, no se ofrecieron opciones terapéuticas apropiadas.

Por su parte, en su comunicado, el IMSS asegura que, durante el proceso de investigación, en su comparecencia del 31 de julio, el trabajador rescindido se negó a responder las preguntas que se le formularon y presentó su declaración por escrito, sin que fuera suficiente para desvirtuar las faltas atribuidas.

Sin embargo, el propio IMSS le permitió a Rosales presentar su declaración por escrito, en una sesión que duró 20 minutos.

Por otro lado, Rosales Torres negó las acusaciones en su contra por parte del IMSS, sobre todo en relación a que él no ofreció opciones terapéuticas al paciente y que la supuesta falta de atención oportuna de su parte hubiera puesto en peligro la vida del afectado.

En su declaración por escrito, emitida el 31 de julio ante los Servicios Jurídicos de la Delegación del IMSS, Rosales Torres detalló en tres cuartillas cómo atendió al paciente durante cuatro días, hasta que sus propios familiares decidieron darlo de alta de manera voluntaria el 12 de junio a las 18:43 horas, momentos antes de iniciar su tratamiento de radioterapia.

“El paciente Alfonso N de 67 años ingresó el 9 de junio a urgencias, se me pidió una valoración, le realicé una tomografía en la que se le detectó un tumor cerebral maligno, por lo que se le realizó una resonancia magnética de cráneo, por lo que requeriría una biopsia, darle quimioterapia y radioterapia para darle una sobre vida de 6 meses a dos años y evitar una micrometástasis”, mencionó el neurocirujano.

El médico especifica que el 12 de junio, el cuarto día de estar internado, acudió con el paciente quien se encontraba estable y a quien le explicó los riesgos de someterse a la biopsia.

Después, el 15 de junio acudió a buscar al paciente para saber si había decidido someterse a la biopsia y el neurocirujano se percató entonces que el paciente solicitó su alta voluntaria tres días antes.

“Si sus familiares decidieron el alta voluntaria argumentando que unos ingenieros le quitarían el tumor cerebral, es decisión del paciente”, añadió.

En su declaración, el médico indicó que entre las irregularidades de rescisión en su contra se encuentra que quien interpuso la queja por negligencia médica fue interpuesta por el hermano del paciente, cuando el primero nunca tuvo comunicación con el neurocirujano en el tiempo que fue atendido por él, reporto Proceso.

Detalles de la denuncia:

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