Gasolina: aunque no es mi preferido, conozco mucha gente que realmente se alegra al pasar por una estación de servicio para sentir el olor de la gasolina. Mientras que a algunos les resulta repulsivo e incluso les provoca dolor de cabeza, otros simplemente aman el olor de este combustible.

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Café de grano: sin dudas el aroma de los granos de café es uno de los más populares en cualquier parte del mundo. Y no es para menos: nada más reconfortante que sentir el olorcito de un café recién hecho por las mañanas, ¿no es verdad?

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