Philipp Mitteroecker, miembro del departamento de biología de la Universidad de Viena, lo explicó de la siguiente forma: “Sin las intervenciones médicas modernas, esta clase de problemas solían ser letales y esto, desde el punto de vista de la evolución, es la selección natural. Las mujeres con pelvis angosta no habrían sobrevivido hace cien años. Ahora sí, y le pasan sus genes a sus hijas codificando lo mismo”.

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Esto quiere decir que si originalmente un bebé no podía nacer de forma natural, tanto él como su madre morían y el “mal gen” no pasaba a la nueva generación. En la actualidad las cesáreas permiten que muchos bebés se salven y deriven sus genes a su futuro hijo, por lo que el defecto sobrevive al paso del tiempo.

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