Stela Cardozo tiene 53 años y desde hace tres décadas se dedica vender riquísimas chipas en su puesto, ubicado cerca de la Basílica de Caacupé. La vendedora comentó que anteriormente vendía los productos junto a difunta mamá, ña Francisca, quien le enseñó todos los secretos de la elaboración y le inculcó el valor del trabajo.

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“Cuando tenía 12 años vine con mi mamá, empecé a vender cerámica, después ella me dijo para trabajar con ella y me dio su puesto de al lado, ahí mano a mano todos los días hasta ahora solo que ya sin ella”, comentó la chipera.

Por otro lado, resaltó que su mayor protectora es la Virgen de Caacupé, ya que siempre la cuida en su puesto de trabajo y hasta se le apareció en un sueño: “La Virgencita es nuestra patrona, ella nos cuida y nos protege, durante años trabajé acá y gracias a ella nunca me pasó nada”, expresó ña Stela. “Una vez le soñé que bajaba del cielo, no me habló ni me dijo nada pero recuerdo bien que después jugué a la quiniela y gané un poco”, agregó emocionada.

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Para finalizar, aseguró que con la venta del chipá y la ayuda de su pareja, logró llevar adelante a su familia: “Gracias a la venta del chipa y con mi marido nuestros hijos son profesionales, no hay manera más hermosa que progresar siendo honestos”, finalizó ña Stela. ¿Qué opinás de esta inspiradora historia?