“Para mí, lo importante de esta historia es que 300 niños tuvieron una comida apropiada y caliente, con o sin guantes. Así que me entristece un poco que mis intenciones fueron malinterpretadas y sólo puedo pedir disculpas si ofendí a alguien”, agregó la sudafricana.
Via instagram.com/demileighnp
Además, lamentó el hecho de que sus guantes hayan llamado la atención mucho más que el acto de visitar a los niños y toda la ayuda que necesitan. Y aunque realizó todos los esfuerzos posibles para aclarar lo ocurrido, las redes sociales no la perdonaron: Demile aún sigue recibiendo comentarios ofensivos, críticas y burlas. ¿Qué opinas de este confuso caso?
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