Desde que era pequeño, don Claudio Benítez aprendió a amar la naturaleza y a todos los seres que habitan en ella. Se fue de su natal Curuguaty rumbo al Chaco paraguayo, donde aprendió mucho sobre la rica flora y fauna de nuestro país. Hace una década que reside en la estancia Aramata, en Alto Paraguay, donde trabaja como administrador.

Lamentablemente, este año una sequía devastó el suelo chaqueño. “Estaba desesperado, hace tres meses no llueve acá, en los tajamares ya no había agua”, relató don Claudio, quien al ver a los peces del tajamar aleteando por sus vidas, tomó una decisión muy importante para evitar que mueran.

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Es así que junto a varios empleados y sus esposas, empezaron a juntar los bagres africanos y tare’ýi, comunes en la zona. En las carrocerías de tres vehículos, adaptaron con carpas una especie de pileta con agua y trasladar allí las especies. “Decidí hacer algo para evitar que mueran, invité a todos a unirse a mi idea loca y todos estaban encantados”, comentó orgulloso.

“Mi esposa y mis hijos también, unas 20 personas estábamos dispuestas a salvarles aunque nos costara mucho. Perdimos dos días, pero salvamos 5.000 peces”, agregó el trabajador.

El cardumen fue liberado en otro tajamar, a 8 kilómetros de distancia. Para ello debieron ir y venir en tres ocasiones y en total trasladaron unas 10 camionadas de pescados. Asimismo, desde Filadelfia, Boquerón, también llegó un vehículo con un tanque de agua que llevó a un centenar de las especies a vivir a otro departamento.

“No podía dejarlos morir así, son seres vivos, volvería a hacer lo mismo, por respeto y amor a la naturaleza”, concluyó don Claudio, y aseguró que harán tajamares más hondos para evitar que se sequen y que los peces puedan nadar tranquilos. ¿Qué opinás de esta noticia?