Aunque por el momento puede sonar algo exagerado, es cierto que los robots comienzan a tener comportamientos cada vez más inquietantes; un  ejemplo es lo que ocurrió recientemente en Washington D.C., Estados Unidos, donde uno de ellos hizo lo impensado.

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Knightscope K5 era un robot de oficina que se desempeñaba como guardia de seguridad. El mismo se dedicaba a mantener el orden y la tranquilidad de los pasillos: está preparado para escanear el entorno y detectar sonidos de disparos, analizar placas vehiculares (hasta 1.500 por minuto), transmitir video en 360 grados y enviar notificaciones en tiempo real.

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