Un estudio realizado en la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, reveló un dato muy llamativo acerca de las montañas rusas. Según los expertos, gritar intensamente en una montaña rusa u otro juego que resulte igual de emocionante no solo te ayuda a liberar adrenalina, sino que además tiene poderes curativos.

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Al parecer, disfrutar de estas emociones en un parque de juegos podría combatir malestares del riñón. Pero, ¿cómo se llegó a esta conclusión? Todo comenzó cuando el urólogo e investigador David Wartinger, se percató de que la mayoría de sus pacientes afirmaba que sus cálculos renales se habían disuelto. Sorprendido, decidió buscar todas las relaciones entre sí que pudieran tener estas personas.

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